Consejos

Alumbrado

Desde el principio de la existencia, el hombre se ha esforzado por encontrar sistemas que sustituyan la luz solar en las horas de oscuridad o en lugares donde escaseaba.

Fruto de esta inquietud ha sido la aparición de una serie de elementos que, desde el descubrimiento del fuego hasta las distintas modalidades de lámparas eléctricas conocidas hoy día, han ido marcando etapas en el desarrollo de fuentes de luz artificial.

Actualmente, la investigación continúa avanzando hacia la consecución de lámparas que faciliten una calidad de luz lo más cercana posible a la solar.

En el mercado se pueden encontrar diversos tipos de lámparas adecuadas al uso doméstico en las que varía, entre otros factores, su duración, el consumo y la calidad de la luz que emiten.

Lámparas incandescentes
Son las populares bombillas cuya luz se consigue por medio de un filamento que se calienta con el paso de la electricidad.
Son las populares bombillas cuya luz se consigue por medio de un filamento que se calienta con el paso de la electricidad.
 
VENTAJAS:
 
Estas lámparas emiten una luz de gran cantidad, con lo que reproducen muy bien los colores.
 
Son las más baratas entre todas las fuentes de luz artificiales.
 
Ofrecen mayor flexibilidad debido a la enorme gama de modelos y potencias.
 
INCONVENIENTES:
 
Consumen más energía que otras en relación con la cantidad de luz que aportan.
 
Respecto a otras, su duración es más limitada.
Frente a las bombillas tradicionales, la luz halógena es más luminosa y blanca, además aporta numerosas soluciones individuales de iluminación, y por supuesto con un mayor confort visual, obteniendo ambientes más modernos y atractivos. Existen con o sin reflector, según se quiera concentrar la luz o no.
 
VENTAJAS:
 
Ofrecen una luz más blanca y brillante, lo que hace que permitan una perfecta discriminación de los colores.
 
Por sus cualidades dan más juego en la decoración de interiores.
 
Su eficacia y duración es superior a las lámparas incandescente normales.
 
Su calidad de luz permanece inalterable a lo largo de toda la vida de la lámpara.
 
INCONVENIENTES:
 
Tienen un elevado consumo de energía.
 
Los tipos de poca potencia exigen un transformador que, en determinados modelos, vienen ya incorporado.
 
La emisión de luz es muy concentrada, lo que obliga a apantallar la lámpara para que no se vea directamente.
Son las lámparas de ahorro energético (Fluorescentes compactas electrónicas) que, además de aportar una calidad de luz ambiental en cualquier lugar, tanto interior como exterior, son fundamentales por su bajo consumo en aquellos lugares donde se necesiten un alumbrado con largos períodos de encendido. Ideales para espacios exteriores y como alumbrado de seguridad.
Ésta familia de lámparas eficientes, son algo más que meramente económicas. Pueden utilizarse casi de forma general, exactamente igual que las tradicionales bombillas.
VENTAJAS:
 
Consumen cinco veces menos que las incandescentes.
 
Tienen una vida útil 6 veces mayor, aproximadamente ocho años, estimando cuatro horas diarias de encendido.
 
Gracias al ahorro de energía, su utilización contribuye a la preservación del medio ambiente.
 
Poseen el mismo casquillo que las bombillas tradicionales lo que, unido a su calidad y confort de luz, las hace útiles para cualquier aplicación.
Siempre que pueda, aproveche la luz natural.
 
Utilice en su hogar colores claros para paredes y techos para aprovechar mejor la iluminación natural y reducir la artificial.
 
Apague siempre las luces en las habitaciones que no esté utilizando.
 
Minimice la iluminación ornamental en jardines y otras zonas exteriores.
 
Limpie a menudo las lámparas y las pantallas, así aumentará la luminosidad sin aumentar la potencia.
 
Adapte la iluminación a sus necesidades y tenga en cuenta que con la iluminación localizada conseguirá, además de ahorrar energía, ambientes más confortables.
 
Utilice bombillas de bajo consumo en vez de las bombillas incandescentes, duran 6 veces más y ahorrará hasta un 80% de energía.
 
Use lámparas electrónicas ya que durán más, aguantan un mayor número de encendidos y apagados, y consumen menos que las lámparas de bajo consumo convencionales. Sabrá distinguirlas por su peso: mientras que las convencionales pesan en torno a los 400 grs. las electrónicas pesan unos 100 grs.
 
Colóque reguladores de intensidad luminosa de tipo electrónico (no de rostato).
 
Utilice tubos fluorescentes donde necesite más luz durante muchas horas, como en la cocina.
 
Use detectores de presencia para que las luces funcionen automáticamente en aquellos lugares poco habitables como vestíbulos, garajes o zonas comunes.

Calefacción

 Calefacción eléctrica. Ahorrar energía con acumuladores de calor y tarifa nocturna 2.0:

Los acumuladores de calor son aparatos capaces de almacenar energía calorífica durante un periodo de tiempo, para liberarla después lentamente, con flujo controlable. Son elementos idóneos para calefacción ambiental puesto que utilizan las horas de la noche para almacenar el calor, aprovechando al máximo las ventajas de la Tarifa Nocturna. El usuario de esta tarifa, obtiene un descuento de un 53 % en el precio de la energía consumida durante las horas, nocturnas, y tienen un recargo del 3% en el precio del kilovatio hora consumido durante el día.
Existen dos tipos de acumuladores, cuya diferencia es la forma de ceder calor:

Acumuladores estáticos: En este tipo de aparatos, el calor se cede principalmente por radiación, a través de la envolvente metálica, y por un convención natural, merced al aire que puede circular a través de unos canales existentes en la carcasa y en núcleo del acumulador. A tal fin, disponen de una entrada de aire en la parte inferior del aparato y una salida por la parte superior. El aire de salida se regula mediante una compuerta.

Acumuladores dinámicos: Los acumuladores dinámicos son similares a los estáticos. También cede el calor por radiación, a través de la envolvente metálica, pero la convección es forzada mediante una turbina que hace circular el aire por los conductos o canales existentes en el núcleo del acumulador.
 
1.  Bloque acumulador: El núcleo acumulador está constituido por placas de material refractario (magnesita) que deben presentar un calor específico elevado y la máxima densidad, ya que la capacidad para almacenar calor depende de esos dos parámetros. La temperatura máxima que se alcanza al final del período de carga en el núcleo del acumulador es de 600 a 700 º C.

2. Resistencias calefactores: Los elementos calefactores (resistencias) se insertan en cavidades o canales situados en el interior del núcleo acumulador, de forma que calientan toda la masa del refractorio uniformemente.

3. Aislamiento térmico: El bloque acumulador está rodeado con aislante térmico para conservar el calor acumulad y limitar la temperatura superficial del mueble del aparato.

4. Dispositivo de seguridad: Generalmente los acumuladores disponen de un limitador térmico o de un termostato de seguridad, para desconectar el aparato si, por cualquier motivo, se produce una evaluación inadecuada de la temperatura (por ejemplo, una disfunción en el sistema de regulación del sistema de carga).
 
5. Termostato: Hay dos, uno para regular la carga y otro para la emisión de calor.
 
VENTAJAS:
 
Se pueden instalar tanto en edificios de nueva construcción como en casas antiguas.
 
No existen circuitos de agua, eliminando la posibilidad de fugas y goteos.
 
No necesitan depósito de combustible.
 
Instalación sencilla, sin obras.
 
Ecológicos, pues no emiten humos y utilizan la energía más limpia que se conoce en el punto de consumo: la Electricidad.
 
Total seguridad y al no haber combustibles, no existe riesgo de explosión fortuita.
 
Mantenimiento prácticamente inexistente.
 
Proporcionan calefacción las 24 h. del día.
 
Se reducen los costos generales de la facturación, al desplazar el consumo de frigoríficos, lavadoras, lavavajillas, calentadores de agua, alumbrado, etc., a horario de Tarifa Nocturna, como se ha indicado anteriormente en la descripción del aparato.
 
Su apariencia estética es de diseño avanzado.
 
Automatizables al máximo.
                            
                   
Calefacción eléctrica por cable radiante con sistemas de acumulación (base + apoyo, tarifa nocturna 2.0):
La calefacción eléctrica por cable radiante es un sistema de calefacción no visible, que integra dos partes diferenciadas en cuanto al uso de horario y complementarias por su funcionamiento: calefacción de base y calefacción de apoyo.
Calefacción de base:
Éste sistema calefactor instalado en el suelo queda conectado exclusivamente durante el periodo de la noche, cuando la tarifa nocturna tiene una reducción del 53 % en el precio del kWh. La calefacción de base instalada en el suelo, acumula calor durante el período de tarifa reducida, que restituye al ambiente sin gastar energía durante el período de las horas restantes.La cantidad de calor acumulado en el suelo viene determinada por la temperatura exterior, ya que dispone de una sonda que detecta la temperatura.

Dado que la temperatura interior se incrementa en algunos grados debido a las aportaciones de calor gratuito generado por las personas, iluminación, agua caliente sanitaria, electrodomésticos, insolación durante el día, etc., que la cuantía de estas aportaciones es imprevisible y no detectable por la sonda del regulador situada en el exterior y que éste no funciona durante las horas diurnas, es imprescindible contar con un sistema calefactor de apoyo complementario que permita una regulación exacta del nivel de confort deseado en cada estancia.
 
Éste sistema calefactor independiente, de potencia reducida puesto que sólo interviene compensando las variaciones de la temperatura interior que el sistema de base no puede detectar ni corregir, es complementario de la calefacción de base por acumulación. Consiste en cables calefactores integrados en el suelo, por encima de los cables del sistema de base, conectados a la red eléctrica a través de un termostato automático de ambiente en cada habitación o dependencia.
Su función es mantener durante las 24 horas al día la temperatura exacta deseada por el usuario en cada habitación.
 
Otra opción para la calefacción de apoyo es la instalación de convectores eléctricos para completar la aportación de calor hasta la temperatura previamente seleccionada en cada habitación.
 
Recomendaciones de uso:
 
El ajuste de las temperaturas deseadas mediante los termostatos situados en las distintas dependencias es muy importante para conseguir el mayor confort de su sistema de calefacción.
Si su vivienda es de reciente construcción, la propia humedad de los materiales puede provocar un consumo entre un 20 y un 30% mayor de lo normal en la primera temporada de funcionamiento, independiente de cual sea el sistema de calefacción de que disponga.
 
VENTAJAS:
 
Limpio: No se producen movimientos del aire y, por consiguiente, del polvo.
 
Saludable: No consume oxígeno, no reseca el aire ni lo recalienta en exceso.
 
Costo controlado: La instalación individualizada por dependencias permite el control del gasto de acuerdo con las necesidades, horarios y usos. Además aprovecha las aportaciones gratuitas de calor (sol, luces, personas).
 
Invisible y silencioso: No hay maquinaria ni elementos mecánicos a la vista.
 
Seguro: Fuera del alcance de las personas y protegido eléctricamente de acuerdo con el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, y al no haber combustibles no existe riesgo de explosión fortuita.
 
Y además: Sin obras auxiliares, depósitos de combustibles, mantenimiento, pagos adelantados de energía y, es el sistema de menor coste de inversión.
El ajuste de la temperatura en cada habitación mediante el termostato es muy importante para controlar el consumo de su sistema de calefacción. Fijar una temperatura de 20ºC en lugar de 21ºC puede significar un ahorro de energía del 10%.
 
Cuando salga de su hogar sólo por unas horas, fije la posición del termostato en 15º, que es el equivalente a la posición ‘economía’ de algunos modelos.
 
Reduzca la temperatura de las estancias que no ocupen durante periodos de tiempo largos.
 
Apague la calefacción por la noche y enciendala por la mañana despues de ventilar la casa y cerrar las ventanas.
 
Para ventilar las habitaciones 10 minutos son suficientes. Una renovación excesiva puede representar entre un 30 y 40 % del consumo total.
 
Para evitar excesivas pérdidas de calor, cierre por la noche persianas y cortinas.
 
Utilice válvulas termostáticas en radiadores y termostatos programadores, son fáciles de colocar y se amortizan rápidamente (suponen un ahorro de energía entre un 8 y 133 %).
 
Al inicio de cada temporada de frío es conveniente purgar el aire del interior de los radiadores para facilitar la transmisión de calor desde el agua caliente al exterior.
 
No cubra ni coloque al lado del radiador ningún objeto.
 
Cuide y mantenga adecuadamente su equipo de calefacción, puede suponerle un ahorro de hasta el 15% de energía.
 
Es necesario el asesoramiento de un instalador para la regulación inicial y puesta en marcha de la calefacción base.

Climatización

La climatización es el proceso de tratamiento del aire que permite controlar la temperatura, la humedad, el movimiento y la limpieza del aire en el interior de un local. Los valores de estos parámetros influyen muy directamente sobre el confort, y varían con la época del año.
La Bomba de Calor es el único sistema que cubre todas las necesidades de frío en verano y de calor en invierno en una vivienda, con lo cual obtenemos un ahorro considerable en la inversión inicial, al no tener que comprar aparatos para frío y aparatos para calor.
Hay que tener en cuenta que a esta ventaja se une la de su elevado rendimiento, ya que aprovecha la energía existente en el aire ambiente.

1. Controlar la temperatura.
2. Controlar el movimiento del aire.
3. Eliminar las impurezas del aire.
 
La Bomba de Calor es limpia, y no produce humos ni olores al existir ningún tipo de combustión, teniendo además, la posibilidad de la renovación del aire según el tipo de aparato.
Antes de comprar un sistema de climatización:
A la hora de instalar un sistema de climatización debe buscarse el asesoramiento de un instalador especializado.
Para obtener el máximo confort es imprescindible que el cálculo de las frigorías / calorías necesarias se realice con fiabilidad suficiente. Para ello, el instalador tendrá en cuenta las características de la vivienda: orientación, detalles constructivos, fuentes de calor, etc.El sistema de distribución del aire debe ser el adecuado para que el calor y el frío se repartan uniformemente.Para ventilar las habitaciones es necesario que el sistema de climatización tenga una toma de aire exterior.
Los sistemas de climatización por Bomba de Calor, se controlan mediante un mando centralizado. Su uso es simple y fácil, sólo hay que seleccionar:
 
– La temperatura deseada desde el termostato. – El modo de utilización: frío, calor o ventilación. – La velocidad de ventilador.
 
Existen algunos modelos que llevan incorporado un programador horario de puesta en marcha.
Mantenimiento:
 
La unidad interior que enfría o calienta el aire, dispone de un filtro, que sirve para limpiar el aire de la vivienda. La única precaución que hay que tener, es mantenerlo limpio, siguiendo las indicaciones del fabricante.
Las temperaturas recomendadas de confort son 25º en verano y entre 18 y 20º en invierno.
 
El ajuste de la temperatura es muy importante para controlar el consumo, por ejemplo: fijar una temperatura en invierno de 20º en lugar de 21º puede significar un ahorro de energía del 10%; en verano, por el contrario, por cada grado de temperatura que se fije por debajo de los 25º, estará consumiendo de más.
 
Puede reducir el calentamiento de su vivienda en verano colocando toldos, cerrando persianas y corriendo las cortinas.
 
En verano es conveniente ventilar la casa cuando el aire de la calle sea más fresco: noche y primeras horas de la mañana.
 
Otra manera de evitar el calentamiento de espacios interiores es pintar techos y paredes exteriores con colores claros para reflejar la radiación solar.
 
Coloque el climatizador en un lugar donde no le de el sol y haya buena circulación de aire.
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